El cambio no está en querer corregir lo que está mal en el mundo, el cambio está en trabajar unidos y derrumbar la injusticia, la desigualdad, pero no haciendo uso de la fuerza, ni de hacer un cambio cultural, ni político, sino de conciencia. Los sistemas políticos no son malos, la religión no es mala, la educación no es mala, los malos somos los que distorsionamos la creencia en Dios. Los que impregnamos la maldad al mundo fuimos nosotros, no los sistemas, nosotros distorsionamos los sistemas, las creencias, las religiones, la política, cada uno en lo personal.

​

Es por eso que los folletos y libros llevan el rumbo de dar a conocer a la gente cómo se perdió el hombre en el mundo, tenemos que seguir evangelizando. Nuestro objetivo es transmitir el mensaje, este nuevo mensaje. Estamos ante el acontecimiento más grande de la historia del mundo, ante la información más espectacular que haya conocido el hombre, claro está que la Biblia es el libro más impresionante del mundo y Dios el ser más increíble de todo el universo.

​

Nuestro compromiso es servir y dar a conocer esta información con responsabilidad, avanzando suave y con fuerza, tenemos que hacer un hoyo por debajo de la tierra primero y atrapar a todos los que más podamos para hacernos más fuertes, para que llegado el momento, haya testimonios capaces de derrumbar montañas de hielo, que han sido opacados por la incredulidad del hombre y congelados en su fe. Tenemos que derrumbar montañas intelectuales con nuestros folletos y libros, siempre poniendo a Dios como nuestro escudo para que Él salga al frente de nuestra comunidad y pelee por nosotros.

​

Nunca olvides que Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo son primero ante todo.